¡En el metro!

Ayer subí por primera vez a un cochecito enooooorme llamado ‘metro’, que estaba lleno de gente y se movía mucho. Con él viajamos un buen rato hasta llegar a la oficina donde trabaja mamá (no sé qué hace ni cómo trabaja, puesto que se pasa todo el día conmigo… ¡tendré que investigar!). Allí conocí a todos los compañeros de trabajo de mamá y todos me dijeron que soy muy guapo, 😀

Viajar en metro me gustó, porque me relajé y me quedé dormidito, aunque a mamá no le gustó tanto. Y es que me contó que una de las estaciones es más antigua y para entrar y salir tiene que pasar por una puerta especial y encima no hay ascensor, por lo que tenemos que bajar/subir por las escaleras mecánicas… y parece ser que esto a mamá no le gusta. Yo, sinceramente, no puedo decir si me gusta o no porque no me enteré de nada, jejejejeje.

Al llegar a la estación de casa, mamá decidió que podíamos dar un paseo por el río aprovechando el solecito. Yo ya había comido, pero ella no, así que se fue a comprar algo llamado «kebab» o algo así (que olía muy bien, cuando sea mayor yo también lo quiero probar) y paseamos, escuchamos música (bueno, la escuchaba mamá y yo la escuchaba a ella cantar), nos sentamos a tomar el solecito y dejé que mamá comiera antes de volver a casa y pedir yo mi bibi… ¡estuvo genial!

😉