Hace unos días estuvimos en una ciudad llamada Bilbao. Para llegar pasamos mucho rato en el coche nuevo, pero lo cierto es que entre que papá me hacía tonterías, mamá cantaba y la silla es cómoda, se me pasó rápido. Y Bilbao me gustó mucho.
Paseamos mucho (y por lo tanto nos encontramos con muchos parques y muchos columpios)…
¡Y toboganes!
Comimos mucho y todo muy bueno… ¡ese pintxo de tortilla que me comí yo solito! ¡esa croqueta de idiazabal que me zampé yo solito!
Y el pan del primer restaurante al que fuimos, estaba súper bueeeeeeeno…
Paseamos por la playa un par de días…
Vimos un museo y muchas esculturas de arte…
Vimos un castillo en el que conocí a un caballo blanco muy simpático…
Aprendí a bajar bien de la terraza de la habitación del hotel…
Me gustó mucho Bilbao… ¡y me gustó más esto de estar de vacaciones con mamá y papá!
😉