Las croquetas me encantan y siempre que mamá y papá me llevan al Mercado de San Miguel grito y exijo mi croqueta. La primera vez mamá se olvidó de pedir una para mí, pero con mis gritos, me tuvieron que dar una de las que habían comprado para ellos. La siguiente vez, papá compró para los tres, ¡como tiene que ser!
¡¡¡¡¡¡Crooooqueeeeetaaaaa!!!!!!
😉