La siesta

Cuando tengo sueño, tengo sueño. Y si estamos en un restaurante y no me puedo tumbar en la cama, pues me quedo frito en la trona…

Durmiéndose sentado

Parece ser que les di penita a mamá y a papá y me cogieron en brazos para que durmiera más tranquilamente. Yo, sinceramente, no me acuerdo:

Zzzzzzz

😉