Este post debería haberlo publicado el día 4 de marzo, pero como he estado con mucho trabajo voy un poco tarde, pero bueno, papá me ha enseñado un dicho que dice «mejor tarde que nunca», que dice que es algo que él hace con sus fotos. Pues vale. Y es que el día 3 de marzo cumplí 10 semanas de vida, ¡dos meses y medio, ya! Estoy hecho un machote! Vale, lo digo siempre, pero es que cuando papá o mamá me cogen y me ponen frente al espejo, siempre me sorprendo, que crezco muy deprisa! 😀
Comenzamos la semana cogiendo de nuevo el cochecito ése tan grande llamado AVE para ir a Igualada a ver a los avis, els tiets y a mucha gente que quería vernos. Papá aprovechó para cogerme cuando se ponía en marcha y me acercó a la ventana para que viera cómo nos movíamos y dejábamos atrás otros cochecitos que había parados. En el AVE estuvimos muy cómodos, pues estábamos en los sitios grandotes. Llegamos muy tarde el jueves por la noche, pero papá y mamá decidieron bañarme igualmente para no romper algo que ellos llamaban «rutina», que debe de ser que es muy frágil porque siempre hay que tener cuidado con ella. Pues vale, pero yo sinceramente, tenía sueño y quería dormir, así que me quedé frito en la cunita de los avis y dormimos muy bien.
El viernes estuvimos «de ruta turística» por Igualada, aunque papá se ría y diga que en Igualada no hay mucho que hacer o ver y es que la iaia me quería enseñar a muchas de sus amigas, ¡qué orgullosa iba ella empujando mi Stokke Xplory! Esperamos al tiet Edu para comer, que me dio muchos besos y me cogió mucho, como hace siempre, y a mí me encanta… ¡ya vas aprendiendo, tiet!
Ah, y le recordamos que es mi padrí y que ya mismo llega Semana Santa y como manda la tradición catalana (que me la explicó mamá) me tiene que comprar la mona (a mí y al primito Arnau, del que también es padrí). Busqué en la bebepedia qué es eso de la mona y decía que era algo que tenía que ver con un señor llamado Tarzán, pero yo creo que eso no puede ser y que la entrada correcta será la que dice que es como un pastel, así que yo no voy a poder comer, pero creo que papá se pondrá las botas (como dice él), aunque sinceramente, no entiendo por qué papá tiene que calzarse para comer, cuando yo en casa le veo que lo hace descalzo muchas veces. Estos mayores están un poco mal de la cabeza. Por la tarde, vino la tieta Neus y papá, mamá y los tiets se fueron a tomar una cervecita a un bar especial mientras yo me quedaba con los avis… ¡qué bien me lo paso con ellos!
El sábado llovió y llovió y llovió (papá me dijo que era algo llamado ciclogénesis explosiva, ¡toma! aunque el resto de palabras que dijo sonaban un poco mal y no salían en la bebepedia) así que no pudimos hacer mucho, pero como la iaia no podía salir a «pasearme» vinieron dos amigas de la iaia a verme. La primera se quedó poco rato, pero la segunda, una amiga de la iaia llamada Ester, sí estuvo un buen rato, me cogió, me habló, me hizo carantoñas y me dijo que soy muy guapo, jejejejeje.
Y el domingo vi a la tieta-abuela Natalia y al primito Oriol un rato. Oriol y yo estuvimos charlando un rato, ¡me cae muy bien! Y también vinieron los padres de la tieta Neus, que me diero un regalo súper chulo: un peto vaquero con camiseta y un babero enorme con mi nombre… ¡muchas gracias! Todos fuimos a comer a casa de los tiets Edu y Neus (aunque os cuento un secreto: ellos prepararon el aperitivo pero fue la iaia la que preparó la comida, jajajajaja). Y después de comer los padres de la tieta Neus nos llevaron en coche hasta Barcelona, desde donde volvimos a coger el cochecito grande y súper rápido llamado AVE de vuelta a casita. Llegamos todos muy cansados, pero muy contentos… ¡me gusta mucho estar con los avis y los tiets!
El lunes por la mañana mamá se levantó muy temprano y se fue a hacer cola a una guardería llamada «Cuatro Pecas». Yo no quiero que me guarden en ningún lado, que quiero estar con mamá todos los días, pero dicen papá y mamá que no puede ser pero que me lo pasaré bien porque conoceré amiguitos de mi edad. Eso sí que mola!.
El caso es que al rato de que se fuera, oí que volvía, y parecía muy triste, pero yo estaba medio dormido y no me enteré, aunque creo que papá la estuvo animando un poco antes de tener que irse a trabajar. Así que, como papá y yo somos un gran equipo, por si acaso, cuando me desperté y mamá vino a buscarme a la cunita le sonreí muchísimo para animarla… ¡y la animé mucho! ¡Lo conseguimos papá! 😀 Y es que pobre mamá, me contó que no había conseguido plaza en esa guarde, que había gente haciendo cola desde las 23h y las 03h! Qué locos, con lo bien que se está en la cama, no? Pero mi sonrisa le dio energía a mamá que me llevó a otra guardería, Garabatos y Ocho Patos y me inscribió ahí… Está más lejos, pero es súper chula y creo que lo pasaré muy bien. Además dice mamá que dentro de unos meses tendré una educadora que me hablará en inglés, ¡así que seré una máquina de los idiomas! Y tendré cacaos mentales de esos que dice papá! Bien! 😀
Y poco más. El resto de días nos dedicamos a salir a pasear por el río, ir a buscar a papá al metro y disfrutar de estar todos juntos… Ya sabéis que podéis ver fotos en la galería flickr de mamá.
😉
Me alegro de que finalmente eligieras esa guardería, yo soy parte de la familia que la gestiona desde hace 25 años, espero tu hijo haya disfrutado allí.
1 saludo