Mi novena semana

Sí, lo sé, el blog ha estado muy parado y yo ya voy un poco tarde… ¡se me ha acumulado el trabajo! Pero bueno, es que como dice papa, «he estado muy liado», 😀

Os dejo con el post de mi novena semana, que deberá haber llegado puntualmente el 25 de febrero… y es que el día 24 de febrero cumplí ya ¡9 semanas!

Comenzamos la semana despidiéndonos de la iaia, que había estado unos días conmigo aquí en casa. No me puse triste, porque mamá me dijo que nos veríamos en Igualada la semana siguiente (aunque sé que la iaia sí se puso triste al decirme adiós, jejejejee).

El viernes fuimos a ver a mi enfermera, que me midió, pesó y revisó entero y luego hizo algo que no me gusó nada: me pincho dos veces en la pierna derecha y una en la izquierda… ¡qué susto! ¡Qué dolor! Papá y mamá me contaron que era por mi bien, para que no me pusiera malito cuando fuera un poco más mayor, pero… pero… pero… ¡duele, jo! Aunque lo cierto es que creo que papá y mamá casi lo pasaron peor que yo, pobrecitos, así que me hice el fuerte y el valiente y dejé de llorar enseguida para que todos estuviéramos más tranquilos. Y al llegar a casa, me tomé mi bibi tranquilamente y aquí no ha pasado nada, que diría mamá. Creo que mamá y papá estaban muy orgullosos de mí 😀

El sábado estuvimos en un sitio muy fashion llamado Cibeles Madrid Fashion Week, donde vi mucha gente cool como yo. Papá y mamá decían que se sentían algo así como «pez fuera del agua» (y no lo entiendo, porque no son peces!), pero yo lo único que sé es que yo era el más fashion del lugar… Las fotos son la prueba.

El domingo hacía muy mal tiempo, así que me vinieron a ver los amiguitos de papá y mamá: Ernesto, Alma y su peque Dani y Diego y Olga. Lo pasamos muy bien. Mamá hizo magdalenas y bollitos de manzana y todos tomaron café, mientras yo tuve que tomar como siempre mi bibi. La verdad es que me apetecía probar uno de los bollos de mamá, ¡olían muy bien, jo!

Y poco más. El martes cumplí oficialmente 2 meses y lo celebramos con papá y mamá. No paró de llover en todo el día, así que mamá me hizo soplar dos velitas clavadas en una magdalena y me hizo una corona de cartulina, con dibujitos hechos por ella, algo que es tradicional en Cataluña y se lo hacen a todos los bebés en las guardes y parvularios. Papá no lo sabía y se quedó tan sorprendido como yo, pero como le hacía ilusión a mamá nosotros también disfrutamos, jejejeje. Eso sí, la corona a veces se me caía encima de los ojos y eso me daba mucha rabia, eh, muchaaaaaa….

¡Y así acabamos mi novena semana!

😉