Empezamos la semana guay, porque pudimos ver un ratito a mi tiet Edu, que estaba de visita por trabajo aquí en Madrid. Yo estaba un poco grogui, porque la medicina que me daba mamá para lo de los oídos me deja un poco antontao, como dice ella, pero me hizo mucha ilusión ver al tiet (tieta, a ver cuándo vienes tú!). El fin de semana fue de descanso y de juegos en casa. Fuera llovía, así que mamá y papá se las arreglaron para hacerme pasar el rato en el sofá de casa… ¡y me lo pasé muy bien! Me gusta mucho salir a la calle, pero cuando no se puede, estar con papá y mamá es lo que más me gusta del mundo mundial.
Y poco más, porque el lunes mamá empezó a trabajar otra vez por lo que yo empecé la guardería en serio: papá me deja en la guarde a las 8h y mamá me recoge a las 16:30h. Son muchas horas, pero yo me lo paso bien con Marga, mi cuidadora, y sé que ellos hacen todo lo que pueden para que yo esté bien!!! Y es que luego, cuando me recogen, hablamos mucho los tres, hacemos mucho el «Eric volador», que me encanta, y nos partimos de risa todos juntos.