Cuando tengo hambre, ya sabéis que me como cualquier cosa, el babero, los morros de papá y mamá… ¡y también el dedo de mamá!
Por suerte, pronto me dan el bibi y me quedo tan a gustito…
😉
Cuando tengo hambre, ya sabéis que me como cualquier cosa, el babero, los morros de papá y mamá… ¡y también el dedo de mamá!
Por suerte, pronto me dan el bibi y me quedo tan a gustito…
😉