Operación: Mikroula

Hay un bicho en casa llamado «Mikroula». Papá me ha contado que es un tortugo (en realidad es una tortuga, pero como es machote como papá y yo, pues le llamamos «tortugo») que hace unos años que vive con mamá y papá. Mikru no hace mucho, nada tranquilamente en su piscina y chapotea (¡como yo!); eso sí, ¡nada muy bien! Pero cuando yo sepa un poco más, ya veréis, me meteré en su piscina y nadaré mejor que ella, jajajajaja 😛

Al principio no nos hacíamos mucho caso, pero ahora Mikru me llama la atención (será porque cuando me pongo boca abajo y subo la cabeza tenemos una pose parecida, según papá) y ya quiero empezar a jugar con él. Dice mamá que cuando intento acercarme a Mikru tengo cara de pillo, ¿creéis que sí?

Operación: Mikroula

Si yo lo único que quiero es llegar a su piscina y jugar con él… ¡nada más, mamá! 😀

Operación: Mikroula

Esto de gatear me cuesta un poco mucho todavía, pero ya llegaré ya… la «Operación Mikroula» está en marcha.

Operación: Mikroula

Papá y mamá dicen que pobre Mikru, que no sabe lo que le espera. No sé por qué lo dicen, la verdad…

😉