La semana pasada mamá y papá me llevaron a ver un señor enfermero muy simpático. Sí, muy simpático pero el tío me pinchó cuatro veces… ¡cuatro! Mamá y papá me explicaron que eso se llamaba «vacunas» y que era «por mi bien». Sí, sí, las otras veces que me han pichado me han metido el mismo rollo y sabéis qué? Que me dolió un poco mucho, ¿eh? ¡A mí no me vengáis con ese cuento de que es por mi bien!
Tanto que el día siguiente, a pesar de que mamá y papá intentaron animarme y hasta me llevaron a los columpios con las mejores vistas de todo Madrid (están enfrente de un palacio, dicen, no me fijé muy bien), no disfruté demasiado.
Y mira que me gusta columpiarme, eh, pero después de esos pichazos estaba totalmente KO 🙁
¡No me gusta que me pinchen!
🙁