Ayer fuimos a la primera clase del curso de preparación al parto en la escuela del Dr. Aguirre de Cárcer, dedicada a la «respiración» y a la «relajación».
En la clase, un doctor muy simpático, enseñó a papá y a mamá cómo realizar una respiración abdominal, que parece ser que me va a ayudar a mí también el día del parto (porque se ve que de este modo el cuerpo de mamá no me empuja hacia abajo y no se hace daño, no sé). Creo que papá y mamá son alumnos avanzados, porque no les costó nada aprenderlo 🙂
Después, el señor médico hizo que cerráramos los ojos, bajó las luces e hizo una actividad de relajación. Yo no entendía muy bien qué decía, pero mamá seguro que sí, porque noté cómo se relajaba durante esos 20 minutos… ¡que a gustito estuve! Dice el médico que estos ejercicios son buenos a diario, pero especialmente el día del parto para evitar nervios y dolor. Pues vale, intentaré practicar, aunque a mí no me sale como a mamá…
Finalmente, estuvimos hablando de cosas que ponen nervioso el día del parto, como por ejemplo, ¿cuándo ir al hospital? El señor médico recomendó que cuando las contracciones fueran cada 5 minutos entonces era el momento de ir al hospital y papá se lo apuntó mentalmente, tranquilizado. También hablaron de otras cosas que afectan al parto, pero vaya, yo sinceramente es que me quedé dormido cuando mamá rellenaba una hoja con datos como sus miedos, grado de ilusión, la afectividad con la pareja…
Al salir, eso sí, nos regalaron una canastilla con productos que mamá ya ha puesto en la bolsa canastilla que llevaremos al hospital:

¡Mola! Tiene muchas cosas dentro, como toallitas, una cremita para mi culete, un chupete, pañales, tetina para el biberón y muchos folletos con ofertas y cosas:

😉
A ver qué tal la segunda clase, la semana que viene…