Probando la sillita

El fin de semana pasado papá y mamá se dieron cuenta de que ya soy mayor y de que me aburro cuando me meten en el capazo de mi Stokke Xplory… ¡yo quiero pasear en la sillita, ya! 😀 A ver, no me entendáis mal, en el capazo voy muy cómodo y calentito, sobre todo para echarme un sueñecito, pero cuando me despierto, ya sabéis que me va la marcha y quiero ver lo que hay a mi alrededor, y con el capazo no veo nada, jo!!!

Total, que el finde pasado montaron la sillita para ver qué tal quedaba anclado yo en ella… pues cómo voy a quedar, ¡estupendo!

Así que me compraron el saquito para las piernas y dicen que cuando empiece a hacer un poco menos de frío (que parece ser que ahora han vuelto a bajar las temperaturas, o eso me dijeron. ¿Será una excusa?) que ya me pasan a la sillita.

¡Bieeeeeeeen! ¡Qué ganas tengo de ver mundo!

😉