El sábado dormí por primera vez solito en mi habitación. Hasta ahora siempre había dormido con papá y mamá, en su habitación, pero el sábado decidimos que ya era el momento de «independizarme» e irme a mi habitación, ¡que me encanta! (es que papá y mamá la pintaron para mí y le pusieron mi nombre en la puerta :D).
Yo ya tenía ganas de dormir solito y se lo dejé claro a papá y a mamá: ni me inmuté, así que el domingo papá y mamá desmontaron el futon que todavía quedaba en mi habitación para dejar espacio para mi cuna y que me habitación sea eso, mía. Dice mamá que todavía faltan algunas cosillas ahora que ya me he mudado definitivamente allí, pero que poco a poco. Pues vale, pero mamá ¿cuándo vamos a Ikea dices? 😀
Así que os presento mi nueva habitación. Aquí la zona de la estantería y el cambiador, con las cortinas de Stokke que tanto me gustan… ¡tan llenas de animalitos!
El armario que me montó papá, al lado del cambiador:
El sillón donde mamá me da el bibe por las noches y mi minicuna:
La minicuna y la bañera, donde papá y mamá me bañan todas las noches (y yo disfruto como un loco y lo pongo todo perdido de agua, jejejejeje):
¡Me gusta dormir solito en mi habitación!
😉